Valencia es una ciudad que nos mantiene entretenidos a ritmo lento. Un centro histórico agradable, una pizca de modernidad, kilómetros de playas, buena comida, buena bebida y mucha diversión. A esto se une 300 días de sol al año y una temperatura media anual de 19ºC y no se puede fallar.

 

Visita obligatoria & Principales atracciones: 

Recorrer el centro histórico, relativamente pequeño y fácil de explorar a pie, es algo que les dará una idea sobre la historia y cultura de la ciudad. En ese recorrido encontrará algunos de los edificios más bonitos, como es el caso de la Lonja de La Seda, un antiguo mercado de seda, el Palacio del Marqués de dos Aguas, las Torres de Quart y Torres de Serranos, antiguas puertas de la ciudad y la catedral de Valencia. Si le quedan fuerzas, aconsejamos la subida de los 207 escalones que llevan a lo más alto del Miguelete, el campanario de la catedral. Allí arriba tendrá unas vistas de 360º sobre el centro histórico.

Explorado el centro histórico, cambiamos completamente el escenario y vamos hasta la Valencia «futurista», la Ciudad de las Artes y las Ciencias, concebida por el arquitecto e ingeniero español Santiago Calatrava. Es considerado el mayor complejo lúdico-cultural de Europa y alberga diversos edificios, concretamente, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, el Palacio de las Artes Reina Sofía, casa de ópera y centro cultural, el Oceanográfico, el mayor acuario de Europa y L'Umbracle, un paseo con plantas y esculturas de artistas contemporáneos. El Jardín de Turia, donde se inserta la Ciudad de las Artes y las Ciencias, es un magnífico parque construido en el antiguo lecho del río Turia, desviado de su curso en 1957, después de grandes inundaciones. Son casi nueve kilómetros de jardines, puentes, lagos y parques infantiles, que vale la pena disfrutar. 

No olvide los mercados de la ciudad, que bien valen la visita, sea para una degustación o simplemente para disfrutar la arquitectura.

La catedral de Valencia tiene más de mil años de historia y su arquitectura ha cambiado bastante a lo largo del tiempo. En el lugar donde  se encuentra hoy había antes una mezquita, construida en la época de la invasión árabe. Se cuenta que, después de la reconquista de la ciudad, el suelo fue bendecido y el lugar bautizado como un templo cristiano.

 

Gastronomía

¡La famosa paella valenciana! La versión original se hace con carne de pollo y conejo, caracoles, judías verdes y azafrán, pero fácilmente encontrará paellas mixtas, con pescado y marisco. En la tierra de la paella, como sería de esperar, lo que no faltan son restaurantes donde sirven este manjar, pero el más tradicional es La Pepica, abierto desde 1898. 

Para acompañar el plato típico, nada mejor que la bebida de la ciudad, el Agua de Valencia, que de agua tiene bien poco, que es, como quien dice, nada. Se trata realmente de una especie de sangría hecha con cava, zumo de naranja, vodka y ginebra. Paseando por la ciudad, seguramente, se encontrará con otra bebida típica que no puede dejar de probar, la horchata. 

Es una bebida no alcohólica, de origen vegetal, producida a partir de un tubérculo, la chufa. Su aspecto es lechoso y el sabor ligeramente semejante a la leche de almendra. Para saborear la horchata como un verdadero valenciano debe beberla fría, acompañada por fartons, un bizcocho tradicional, empapado en la bebida. La Horchatería de Santa Catalina es una de las más antiguas y reconocidas.

Para terminar, no deje de probar los mercados de la ciudad, el Mercado Central y el Mercado Colón.

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Principales eventos y festividades

Las Fallas, Valencia – marzo